Un pedazo de madera para quemar, dos tachos de kerosene. Cuatro copas de vino incorporadas, 4 kilos de vació, veintiún pesos en el bolsillo. El horario de salida, la rapidez y la espera entre canciones lentas.
Perdedor que solo quema brasa y aplaude al foro comensal. Un asado, un simple coloquio de carnes. Él espera solo en la parrilla, los demás alardean risas cómodos en el quincho.
e aqui juaN. pareciera que todo esta emparentado con la desesperanza de saberse vil
sábado, 24 de noviembre de 2007
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