A los locos, a los alienados...
Es estar enbebido en el hediondo naufrago de los ojos tristes y cerraditos. Es morcilla vasca desmalesada, es peor aun que el tormentoso sábado a la tarde. "Los lunáticos estamos en la luna del apenado cuento aparentemente eterno", así se refirió el prodigo hijo a su padre mercader de luces negras.
Al pasar por la mansión deshojada, resquebrajada e inundada gritan, al mirarse callan y se esconden. La fila enaltece los esfínteres de su congoja, hacer cola no es mas que ser un pagador.
Quiero mucho a los que me quieren. Quiero mucho que me quieran.
e aqui juaN. pareciera que todo esta emparentado con la desesperanza de saberse vil
domingo, 12 de agosto de 2007
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