Hay esferas, burbujas de los sentidos que cada tanto proporcionabanlé calma y afecto.
Pececito el en las parábolas de la mítica zona norte (al limite, en la raya) degustando aromas de arbustos asilvestrados, de barro, de recovecos recónditos paisajes. Pececito acompañado, guiado y provisto de mate.
Pececito el en las parábolas de la mítica zona norte (al limite, en la raya) degustando aromas de arbustos asilvestrados, de barro, de recovecos recónditos paisajes. Pececito acompañado, guiado y provisto de mate.
Es ahí el barrio tan remitente a la pureza de los patios verdes pardos y las horas de la tardecita que se pierden en un proceso de decoloración gradual. Está esa habitación inmune al caos de los dramas urbanos, están los discos, las flores y las ropas un tanto escondidas en un inédito placard. Perduran cocineras madres a la siesta nocturna dominical y recuerda a Deborah Dixon. Ve un rodado simpático embarrado, adornos, especias, olores y relojito para verificar tortas.
Pero las vueltas son esquemáticamente individuales y vuelve, pececito vuelve, tardío, bello y con cara de juguetería. Aferrado a los mares de la terrible gris autopista, a esa accion de haberse sentido como pececito en el agua, a esperar volver a verla de pie y de risa.
Por eso y como todo es mas facil esquematizando poemas el pececito dijo:
Murga, dolencia atrás del todo//vuelta al orden ideal de la esperanza//espacio//amplitud//apertura//desenfado de amor//ternura///Espectro de sol que sale allá...en los barrios bajos//en los barros//en las tareas de azar///EN LAS LADERAS A SUBIR...y a bajar alegre
1 comentario:
ayer noche, mis hermanos discutiendo por cosas insignificantes, dieron vuelta todas esas espcias. y fue lo que dio fin a sus gritos, pero claro, empezaron los de mi madre.
para la próxima, esperemos un poco menos de barro.
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